“Extiende tu manto, como alas de nieve, sobre nuestras almas, sobre nuestras sierras y protégenos...” Así reza una estrofa del himno a la Reina de los Ángeles, que todos los días de la novena se le ha cantado a la Patrona de Hornachuelos. Con esta novena la Hermandad y todo el pueblo rinde homenaje a la que consideran su madre espiritual, y cada uno de los días se dedicaron las oraciones y las peticiones por una intención en particular: los grupos de catequesis de la parroquia y sus catequistas, los difuntos de nuestro pueblo, los ancianos e impedidos (con una bendición a los abuelos), las mujeres de nuestro pueblo, los jóvenes y las parejas de novios, Unción de enfermos comunitaria, los hijos ausentes del pueblo, las familias y matrimonios de nuestro pueblo. Durante estos días se hace la presentación a la Virgen de los niños nacidos el último año, y una ofrenda floral a la Reina de los Ángeles. El día de la Virgen disfrutamos de una Diana floreada, a cargo de la Banda de Música de Hornachuelos. Para continuar con la solemne función religiosa, presidida por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Demetrio Fernández González, Obispo de la Diócesis de Córdoba. En esta celebración cantó la Coral "Antonio Cardona", dirigida, igual que la banda, por don Carlos López Arregui. Y, al anochecer, nuestra excelsa Patrona María Santísima Reina de los Ángeles Coronada, recorrió en procesión las calles de nuestro pueblo, deteniéndose especialmente en la casas de aquellas personas que por alguna causa se ven impedidos a acompañarla. Los vecinos de las calles por las que pasa la procesión adornan y engalanan puertas y balcones para realzar el homenaje que se hace a la Virgen. Fue portada a hombros por hermanos costaleros y acompañada por la Banda Municipal de Música de Hornachuelos. Al concluir la procesión tuvo lugar la tradicional SUBASTA, en el atrio de la Iglesia de Sta. Mª de las Flores. De todo lo donado, lo más valorado, y que siempre genera más expectación son los varales y las ensartas de diamelas que adornan la imagen de la Patrona. Éstas bellas y olorosas flores son recolectadas con mimo y conservadas para hacer estas ensartas que se ofrecen a la Madre como una perfumada oración. “Reina de los Ángeles, Virgen Celestial, tu pueblo te canta, oye su cantar.” Así termina el himno a la Patrona de Hornachuelos.